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Humanos, humanos... os gusta disfrutar de la vida, beber, salir a bailar, charlas con amigos y cómo no, copular unos con otros como si fuerais ratas. ¿Que el mundo siempre ha sido un lugar horrible? Vale, pero de eso tenéis vosotros la culpa, vosotros os estáis cargando el planeta con vuestra contaminación, vuestras guerras absurdas por el poder, drogas, corrupción, mal... ¿Y nosotros? Nosotros siempre hemos estado ahí y nunca hemos alzado la voz más de la cuenta, pero ahora nos vais a escuchar, oh... si nos vais a escuchar.

Era el día cuatro de junio del año 2017 fue como si el tiempo se detuviera. Nadie se dio cuenta de ello, tan solo aquellos que viven sabiendo de esos monstruos y los mismos monstruos lo vieron. Una niebla azul brillante cubrió las calles de Nueva York con su manto, todos los humanos se quedaron petrificados, ajenos a lo que pasaba... mientras el resto de razas observaba perplejo como una columna de humo negro salía desde el norte y se disipaba en el cielo rápidamente hasta desaparecer, al igual que caía una gran lluvia de estrellas. No duró más de diez minutos y todo volvió a moverse como si nada, la niebla azul desapareció, el humo negro, las estrellas en el cielo... ni rastro y los humanos continuaron con sus vidas tranquilos.

Aquellos más jóvenes no supieron lo que pasaba, los seres más antiguos si: las puertas del mismísimo purgatorio se habían abierto liberando parte de aquel mal.

Hasta ahora vampiros, licántropos, demonios, espíritus... pululaban la tierra, sí, pero no eran demasiados. Ahora que las puertas estuvieron abiertas durante diez minutos todos esos seres, ese mal, ha acabado disperso por ahí y Nueva York es la ciudad más cercana a aquel punto. Centenares de ángeles cayeron a la tierra con intención de parar aquel mal y aunque las puertas fueron cerradas el daño ya está hecho.

Posesiones, monstruos, vampiros, demonios... aquí comienza una gran guerra y todos buscan ganar.