Hunger [Neena Henderson]

Nada como un buen baño después de un concierto con un gran público entregado y un nivel de éxito asombroso. Me encantaban esas noches, esos días en general, en los que todo parecía salir bien. Adoraba que todo me saliera bien y, de ocurrir lo contrario, alguien pagaría las consecuencias, por mucho que no fuera el culpable.

Después de relajarnos y cambiarnos de ropa, mis chicos decidieron celebrar el éxito del concierto tomando unas copas en algún lugar de la ciudad. ¿Aguantar a más fans histéricos? No estaba segura de poder soportarlo, pero sabía que, fuera donde fuera, tendría que lidiar con decenas de personas dándome el coñazo para que me hiciera fotos con ellos o les firmara un maldito autógrafo. Pero era lo que había asumido en el momento en que decidí dedicarme a la música. Y, una vez más, me tocaba soportar las consecuencias de mis decisiones pasadas.

Esa noche tocaba ir al Soho, conocido como el barrio artístico de New York. Buena elección, sí. Discoteca Little Planet, donde podríamos disfrutar de buena música y un gran ambiente discotequero. En verdad preferíamos otro tipo de música, pero algunas noches eso era lo que menos importaba, pues sólo queríamos pasárnoslo bien y emborracharnos hasta que ni siquiera escuchásemos la música. Además, mi demonio interior estaba hambriento y tenía sed de sangre.

Por suerte, cuando llegamos ya había demasiada gente, por lo que pudimos camuflarnos a la perfección y pasar desapercibidos, al menos por un rato. No tardarían en llegar los acosadores, tanto hacia mis chicos como hacia mí. Pero bueno, ya estábamos acostumbrados. Y si podíamos divertirnos con alguno de ellos... Mejor que mejor.